lunes, 24 de marzo de 2008

Día tonto

Me gusta la gente, siempre me ha gustado mucho que me cuenten historias (ya sean reales o inventadas, me da igual), los extensos debates filosóficos en los que eres capaz de discutir del tema más trascendental y llegar a las conclusiones más disparatadas o realistas o simplemente diferentes (en especial las que comienzan a las 10 de la mañana de un día cualquiera, face to face con decenas de cigarrillos y litros de té, cola cao y café. Recuerdas??), o las largas horas con las amigas hablando de cualquier cosa, nada en especial, solo pasar el rato inventando...

Pero creo que estar siempre rodeada de gente no me hace bien. Antes tenía mi pequeña parcelita de tiempo privada sólo para mí, para dedicarla a cosas que me gustaban: dibujar, leer, pensar (o más bien divagar mientras escuchaba atentamente el último cd de turno y descubrir que la mayoría de canciones las habían escrito para mí o inventarme historias sobre su contenido en las que yo especialmente solía ser la protagonista, egocentrismo??).

Pero a mi lugar especial le he ido comiendo terreno durane los años, sin darme cuenta, la verdad. Creo que es tiempo de reformas... aunque también de acostarme.

Dejo una canción que aunque pueda parecer triste a mi me suele poner de buen humor.






And when you walk around the world, babe,
You said you ´d try to look for the end of the road
You might find out later that the road will end in Detroit
Honey, the road´ll even end in Katmandu


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